Este fin de semana se celebra en Mequinenza y en Calaceite el 50º Coloquio de la Sociedad de Onomástica, en cuya organización cabe destacar el papel de la Academia Aragonesa de la Lengua. El último coloquio de la SdO en Aragón se organizó en Fraga en 1994. Treinta años después regresa. Este coloquio es también un motivo de celebración para la SdO, puesto que pone de manifiesto la importancia que ha tenido la SdO a la hora de propiciar los estudios sobre la onomástica del ámbito catalanófono (y de otros territorios) y la participación de investigadores procedentes de disciplinas diversas.
En esta ocasión, el 50º Coloquio de la Sociedad de Onomástica quiere convertirse en una oportunidad para fomentar el interés por la toponimia y la antroponimia en Aragón y para incentivar la investigación sobre los nombres de sitio y de persona de Aragón y, en consecuencia, por potenciar el valor de la onomástica como patrimonio inmaterial que la sociedad debe proteger.
Como es habitual en los coloquios de la Sociedad de Onomástica, una de las líneas que se ofrece permitirá presentar comunicaciones relacionadas con la onomástica en general, aunque prestando especial atención, en esta ocasión, a la etimología que se esconde debajo de cada nombre de lugar y de persona. La otra, estará dedicada a la onomástica aragonesa en todo su conjunto, por lo que se podrán presentar comunicaciones referidas a cualquier ámbito lingüístico de Aragón (catalán, aragonés y castellano).
El programa incluye ponencias a cargo de los profesores Jesús Vázquez, Javier Terrado, Ramon Sistac, Hèctor Moret y Javier Giralt y una veintena de comunicaciones.
El coloquio de este año está organizado por la Sociedad de Onomástica, la Academia Aragonesa de la Lengua, el Institut d'Estudis Catalans y los proyectos ToponHisp (TopArcMed y TopACaLaR). Colaboran el Instituto de Estudios del Baix Cinca, la Asociación Cultural del Matarraña, el Ayuntamiento de Mequinenza, el Ayuntamiento de Calaceite, la Asociación Cosas del Pueblo (Mequinensa), el Instituto de Estudios Altoaragoneses, el ' Instituto de Patrimonio y Humanidades (UZ), y el Vicerrectorado de Política Científica de la Universidad de Zaragoza.
